domingo, 31 de enero de 2010

CIBERCENSURA EN CHINA

Con búsquedas como Tíbet o Tiananmen vive el cerco a la mayor comunidad de internautas del mundo.

El pulso de la compañía californiana Google y el Gobierno chino es solo la punta del iceberg de una realidad que afecta a la mayor comunidad de internautas del mundo. Unos 350 millones de usuarios viven a diario la cibercensura más sofisticada del planeta.

La mayoría de los chinos nunca se conectan en Google. Dos de cada tres utilizan Baidu, una versión local que no solo acepta las restricciones del Gobierno sino que colabora activamente con los sistemas de censura.

En la pestaña de dicho buscador tecleamos: Dalai Lama. Los resultados nos remiten a referencias de propaganda estatal que destacan "la perfidia secesionista" del líder tibetano, calificado en algunos casos como "criminal". Un mensaje en rojo advierte: "De acuerdo con la ley, algunos resultados de su búsqueda han sido restringidos".

Apuntamos ahora algo más bajo: Ma Shaping, un humilde fotógrafo de Shandong detenido por publicar las imágenes de la mansión que se mandaron construir con dinero público los dirigentes locales del Partido Comunista en Tengzhou. Antes de su desaparición, más de cien mil personas descargaban sus imágenes cada día. Ahora, de acuerdo con los resultados en Baidu, ni él ni sus fotos existen.

De la masacre de Tiananmen tampoco hay rastro. De nada vale cambiar de expresión o usar sinónimos. Nada. Ni las fotos de la matanza, ni una sola mención a lo que ocurrió aquel 4 de junio de 1989.

Al teclear Rabiya Kader, el nombre de la más famosa activista uigur, tan sólo se obtienen tres enlaces: todos hablan de un antiguo arresto por rebeldía. La misma búsqueda, en inglés y en una versión de Google a la que accedemos desde un servidor canadiense, ofrece 67.400 entradas.

Está claro que en Baidu no hallaremos nada que el Gobierno no quiera que leamos. Pero intentémoslo introduciendo directamente la dirección de páginas alojadas en servidores extranjeros.

Como China Labour Bulletin, que lucha desde Hong Kong por los derechos de los trabajadores. Tras un rato con la pantalla en blanco, el comptuador informa que "la página no ha podido ser encontrada porque el servidor donde estaba no responde". Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Periodistas sin Fronteras y otras ONG arrojan idéntico resultado.

¿Y qué tal con webs más prosaicas? ¿Facebook? Censurado. ¿YouTube? Censurado. ¿Wikipedia? Censurado. El sistema de cibercensura chino es conocido como la "Great Firewall of China" y tecleamos en Google para comprobar si existe una traducción precisa en español.

Diez segundos de espera... Pantalla en blanco... Nada. Otra vez hemos sido alcanzados por la censura.

ElTiempo, Enero 31 de 2010

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