Las innovaciones educativas se dan cuando confluyen en ellas aspectos políticos, económicos, ideológicos, culturales y sicológicos que interactúan en diferentes planos, incidiendo en ellos con diversos niveles de profundidad; hablo aquí, desde el nivel en que se desarrolla una clase, en el proceso de enseñanza aprendizaje, hasta el ambiente estudiantil que rodea el contexto universitario o de un grupo de universidades. Su éxito depende de la forma como los diferentes actores que hacen parte de esta realidad educativa, son capaces de entender, analizar, interpretar, filtrar, aceptar y jugársela por el cambio que se propone.
Las innovaciones deben producir cambios acordes con procesos que exigen planeación, análisis, evaluación, entendiendo que no son modas o novedades que pueden mutar o cambiar rápidamente.En la educación se espera que estos cambios produzcan mejoramientos en todos los aspectos, donde se puedan conjugar personas, hechos, circunstancias, aspectos que busquen el logro de un objetivo, que en últimas conlleve a cambios fundamentales en los sistemas educativos. Cuando se habla de innovación en los procesos de aprendizaje en relación con los entornos virtuales tenemos que entender que aquí entran todos los actores y aspectos educativos a converger alrededor de la utilización de las TIC y esto ya está implicando transformaciones en las estrategias metodológicas, en los medios y uso de nuevas tecnologías, en unas concepciones más flexibles acerca de la educación y, sobre todo, en la formación de los profesores y académicos de las instituciones de educación superior. El maestro debe cambiar su actitud y pensar que en cada estudiante que tiene a su cargo, una de sus misiones es disminuir la distancia. La relación personal se constituye en lo más importante y, obviamente, el manejo de los contenidos es relevante, en cuanto está supeditada al manejo interpersonal que requiere este tipo de modalidad educativa. El profesor es el guía, el tutor, el que debe facilitar las herramientas para que los estudiantes vayan descubriendo por sí mismos los nuevos conocimientos, explorando y desarrollando nuevas destrezas y competencias.
El maestro debe planear más y crear mediaciones educativas efectivas en donde se piense en las características individuales y colectivas de los alumnos, y en donde se contemplen los contextos geográficos, pedagógicos y tecnológicos. Las universidades que opten por el proceso de la educación virtual deben, entonces, hacer grandes inversiones en la capacitación de sus docentes en todos los temas atinentes a la virtualidad, insistiendo en que el rol del maestro cambia respecto al paradigma del maestro presencial. Algunas universidades colombianas le han apostado a estos nuevos esquemas y se están haciendo esfuerzos económicos y organizacionales que seguramente transformarán muchas de las estrategias de la educación presencial. El reto está sobre la mesa. La pregunta es entonces: ¿asumimos que se puede universalizar la educación superior y abordamos el papel de verdaderos instrumentos de cambio para contribuir efectivamente al desarrollo del país? O nos quedamos como estamos.
Nuevo Siglo. MARÍA EUGENIA CORREA OLARTE Ph.D. Nov. 9 / 2008