En los aproximadamente 50 años que llevamos de la llamada Tercera Revolución Industrial, se han dado los mayores avances a nivel tecnológico en información y comunicaciones que el mundo haya visto. Todos enmarcados dentro de la dinámica y la inmediatez que los caracteriza. La comparación en cuanto al desarrollo en tecnología a través de la historia de la humanidad que hace Alfonso Gago, catedrático de la Universidad de Málaga, refiriendo escasos 14 segundos dentro de todo un mes, donde sólo estaríamos hablando de tecnología de la información es muy diciente. Y más si partimos después de la II Guerra Mundial a contar los avances tecnológicos en cuanto a información y comunicaciones que se hicieron y que han hecho posible lo que hoy día estamos viviendo como una verdadera revolución.
El movimiento telúrico que se dio en todos los ámbitos donde iba a incursionar la tecnología de la información fue de grandes proporciones. Un cambio, en algunos casos renuentes por su "posible complejidad", que hizo que en menos tiempo de lo imaginado, llegará a tocar todos los sectores de la sociedad tanto a nivel nacional como internacional. Cambios para bien en "la organización, en la concepción de la empresa y en la utilización de los recursos humanos" era lo que se comentaba, dada la facilidad, rapidez e inmediatez de todos los sistemas y procesos novedosos. El sector que debía comandar todo este proceso de cambios era el educativo, de allí tendrían que salir los líderes que comandarían esta revolución. La inversión en tecnología de la gran mayoría de instituciones de educación superior se empezó a gestionar, como también el cambio de infraestructura que iba a albergar a la multitud de estudiantes ávidos de conocimiento en estas nuevas áreas tecnológicas. Y en menos que nada, se hizo el cambio. Hoy día seguimos viviendo esta Tercera Revolución Industrial, con mayor entusiasmo y dinamismo. Sin embargo, hay situaciones que se deben tener en cuenta para hacerla llevadera en forma óptima, ya que a nuestro país le hace falta todavía mucho camino.
A la fecha solamente hay aproximadamente dos millones de suscriptores abonados a internet, lógicamente en ascenso, una cifra que asombra por lo escasa, en relación con nuestra población. El trabajo que se está gestando en infraestructura por parte del estado para llegar a todo el país con las bondades de las nuevas tecnologías de información en comunicaciones es arduo y conlleva tiempo. Instalación de más cable submarino, como lo vimos a mediados del primer semestre del presente año y el futuro envío en 2012 de dos satélites al espacio uno de comunicaciones y otro de observación, son razones para no dejar pasar más tiempo y hacer inversión en tecnología y educación.
Hoy países emergentes como Chile, nos dan ejemplo de esto que ellos vislumbraron y que logran mostrar con orgullo, situándolo como un estado que está próximo a dejar la banca del subdesarrollo. El Plan Decenal de Educación 2006 - 2016, propuesto por el estado colombiano, tiene como objetivo orientar el sentido de la educación para avanzar en las transformaciones de la misma. Dentro de los 10 retos que tiene planteado en lo referente a los fines y calidad de la educación en el siglo XXI está el "garantizar el acceso, uso y apropiación crítica de las TIC, como herramientas para el aprendizaje, el avance científico, tecnológico y cultural, que permitan el desarrollo humano y la participación activa en la sociedad del conocimiento". Así mismo, dentro del ítem "Renovación pedagógica desde y uso de las TIC en educación" y "Ciencia y tecnología integradas a la educación" se encuentran enfoques interesantes que de aplicarse en su totalidad van a fortalecer el manejo de la formación de los estudiantes con el uso de las NTIC.
En contraste con lo anterior, aterran titulares de prensa que manifiestan que sólo un 20% de los docentes universitarios utilizan NTIC en sus asignaturas. Pero más preocupante conocer el por qué de esta situación, ya que la investigación aduce que "algunos no las introducen por temor a que los estudiantes, que tienen facilidades para las nuevas tecnologías, los superen." Y todo ello, dentro de la Tercera Revolución Industrial.
GABRIEL ALFONSO ARÉVALO CAMELO - Septiembre de 2008