Ese es un lujo que el país no se puede dar en esta época de crisis. Mejoremos la conectividad pero de una manera racional, sin quitarle dinero a otros proyectos interesantes del Mincomunicaciones.
Por mi antigüedad en el área de las TIC, conocí varios planes de Colombia para un satélite propio, planes que no se concretaron por inviabilidad económica. Países con economías mucho más grandes (como México y Brasil) pueden justificar un satélite propio. Para un país como el nuestro, esto parece un despropósito. Es un error tratar de imitar a Venezuela, que gasta alegremente sus petrodólares. Colombia debe pensarlo mejor, más aun en esta época de crisis.
Por interés profesional, leí el documento Compes 3579 (de marzo 25 del 2009), con los lineamientos para implementar este proyecto satelital. Allí se dicen verdades con las cuales estoy de acuerdo:
- El Mincomunicaciones debe proveer conectividad electrónica a todos los sitios poblados del país, por apartados que ellos sean.
- Las microondas y la fibra óptica no pueden llegar a todos los sitios remotos de nuestra geografía (aunque se llevara fibra óptica a San Andrés).
- La solución para esos sitios es usar enlaces de un satélite geoestacionario.
- Hay compañías internacionales especializadas en proveer estos enlaces.
- Diversas entidades estatales utilizan enlaces que se contratan aisladamente.
Hasta acá, de acuerdo. Pero hay aspectos que no se mencionan, o se tratan ligeramente, y son los que hacen que al evaluar el proyecto integralmente resulte un despropósito. Mencionaré los más significativos:
- El lanzamiento y la puesta en órbita y operación de un satélite geoestacionario tiene riesgos, ha habido varios fracasos. No se menciona un plan B, ni sus costos.
- La vida útil de un satélite es de aproximadamente 15 años, al cabo de los cuales habría que repetir la cuantiosa inversión (unos 250 millones de dólares). Si alquilamos enlaces, no hay que hacer estas inversiones.
- Si el satélite presentara una falla en su operación, es relativamente fácil para una empresa especializada dar servicio desde otro de sus satélites. Cuál sería el backup de nuestro satélite? ¿Cuánto cuesta?
- Un satélite implica la estación de control. En nuestro país existe el riesgo de ataques terroristas, lo cual hace muy vulnerable el sistema.
- No se evalúan los costos de: equipo de consultores (definición del proyecto, pliegos y evaluación de propuestas, contratación), estación de control, entrenamiento y costo anual de los operadores especializados y directivos.
- Es necesario gestionar con la UIT la posición en la órbita, con todos los costos asociados, que tampoco se estiman. Esta gestión no es necesaria si utilizamos enlaces en arriendo.
- La contratación de canales con una compañía internacional se puede hacer gradualmente, a medida que se vayan conectando más sitios remotos y aumente el tráfico. Con un satélite propio tendríamos por varios años una capacidad ociosa, lo cual hace ineficiente la inversión.
- Se deberían coordinar todas las entidades interesadas y lograr un acuerdo de leasing a largo plazo que reúna todas las necesidades del país, lo cual sería muy ventajoso para Colombia y llamativo para la empresa internacional; se podría considerar un proyecto de joint venture.
- Si las compañías satelitales internacionales no tienen hoy canales para ofrecer, todas tienen programas de expansión y seguramente, ante la cantidad de transponders que necesita Colombia, reaccionarán rápidamente y estarán listas más pronto que nuestro proyecto satelital.
Por lo anterior, parece un despropósito tener un satélite propio, un lujo que el país no se puede dar en esta época de crisis. Mejoremos la conectividad pero de una manera racional, sin quitarle dinero a otros proyectos interesantes que lleva a cabo el Ministerio de Comunicaciones para la inclusión de gente sin recursos en la tecnología digital.
Por Álvaro Torres Nieto *
No hay comentarios:
Publicar un comentario