Durante la historia, las expectativas de vida de una persona se determinaban en gran medida por el lugar donde nacía. Un niño promedio de una sociedad rica tenía posibilidad de vivir más y mejor que incluso el niño más brillante de un país pobre. Esto probablemente siga siendo cierto, aunque es menos posible que antes.
Lo que está cambiando es que las tecnologías de información y comunicación están permitiendo que sea más fácil para personas y empresas en escenarios remotos comunicarse y hacer negocios entre ellos. Se están generando grandes oportunidades para que muchas más personas participen en la economía global, sin importar su lugar de residencia.
Esta tendencia, a pesar de representar un reto competitivo para las economías avanzadas, podría ayudar a que miles de millones de personas superen la pobreza y formen un mundo más justo. Para prosperar en este nuevo mundo, los países desarrollados y en vías de desarrollo deben enfocarse en estimular las capacidades productivas de su fuerza laboral. Una forma de impulsar la productividad es a través de inversiones en tecnologías de información y comunicación. Una ventaja competitiva aún mayor puede generarse al fortalecer las habilidades de la fuerza laboral a través de inversiones en educación. En una economía cada vez más globalizada, los conocimientos y las habilidades son los diferenciadores clave tanto de las naciones como de los individuos.
Afortunadamente, ya están disponibles nuevas herramientas para ayudar a diseminar el conocimiento. Hace casi 35 años, cuando envié mi solicitud para estudiar en la Universidad de Harvard, me atraía la oportunidad de escuchar discursos de ganadores del premio Nobel. Hoy en día, las universidades ofrecen discursos en línea, grupos de discusión, evaluaciones y especializaciones a los estudiantes de todo el mundo. La tecnología está haciendo que la educación –y las oportunidades económicas- estén disponibles para más personas, sin importar su ubicación.
En Microsoft he visto cómo la magia del software ayuda a millones de personas a ser más productivas y creativas. Creo que puede desempeñar un papel crítico en ayudar a las sociedades a cumplir con sus retos más difíciles. La innovación en las áreas de software y tecnología puede ayudar a fortalecer el cuidado de la salud, proteger el medio ambiente, mejorar la educación y extender las oportunidades sociales y económicas.
Para alcanzar estos objetivos, en el 2003 Microsoft lanzó una iniciativa de cinco años por valor de US$250 millones, llamada Alianza para la Educación. Desde entonces, hemos trabajado de cerca con educadores, gobiernos y líderes comunitarios en más de 100 países. Hasta la fecha, estos programas han alcanzado más de 3.6 millones de profesores y líderes escolares y más de 76 millones de estudiantes.
En Colombia, hemos ayudado a aumentar dramáticamente el número de computadoras en escuelas, por lo que hoy hay una computadora por cada 48 estudiantes que había en 2002. Al trabajar con educadores para ayudar a mejorar el aprendizaje de los estudiantes, Microsoft busca asegurarse que ahora más personas en el mundo tengan la oportunidad de disfrutar todos los beneficios de la tecnología, sin importar el lugar donde hayan nacido.
Bill Gates – Presidente Microsoft – Revista Poder Abril 2008