sábado, 3 de mayo de 2008

EL NUEVO GUTEMBERG

Jason Epstein, el legendario editor norteamericano, estará en la Feria del Libro de Bogotá para hablar de la máquina que promete revolucionar el mundo de las letras.

No está muy lejos el día en que en un café, en un aeropuerto o en un hotel, cualquier persona podrá ordenar que le impriman el libro que le interesa leer al tiempo que pide un capuchino. Lo más probable es que lleguen casi al tiempo. La máquina para hacer el capuchino es bien conocida. En cambio, la de hacer el libro lo es menos. Pero ya existe, ya es posible que en unos pocos minutos usted pueda tener en sus manos el libro que no había conseguido a un costo muy bajo y con una buena calidad de impresión. La máquina se llama The Espresso Book Machine y ya está funcionando en seis lugares del mundo. Es sólo asunto de trámite y de resolver ciertos intereses en juego para que esta novedosa idea se popularice y la máquina de hacer libros llegue a ser tan común y corriente como la de hacer expreso. Una revolución comparable a la que inició Johanes Gutenberg hace 500 años se ha puesto en marcha y nada parece detenerla.The Espresso Book Machine hizo su aparición en la biblioteca pública de Nueva York el 21 de junio de 2007. Constaba de unos pequeños cubículos y dos impresoras y no ocupaba más de 1,54 metros de alto por 2,54 de ancho. Tenía capacidad para recibir a través de Internet información de archivos digitales donde puede estar cualquier libro. Incluidos aquel que la editorial destruyó porque no se vendía o el de un autor desconocido que nunca nadie ha querido publicar. Alguien da la orden -donde se encuentra la máquina o desde cualquier otro lugar- y sin necesidad de más intervención humana empieza a funcionar el mecanismo para producir el libro. Si no tiene más de 300 páginas estará listo para ser leído en cinco minutos en el idioma solicitado, con tapas a color y a un costo de un centavo de dólar por página. Si todavía no cree que semejante maravilla sea posible, puede ver el video en www.ondemandbooks.com. El gestor de ese novedoso sistema es Jason Epstein, quien en 1952 se inició como redactor en Doubleday y llegó a ser vicepresidente de Random House. Creó Anchor Books, que introdujo los 'bolsilibros' de calidad. Luego cofundó The New York Review of Books e hizo La Biblioteca de Norteamérica que inundó el mercado con excelentes ediciones de los clásicos de la literatura estadoudinense. Aunque estaba convencido de que imprimir libros era "la más grande y perdurable de las invenciones", sabía que los tiempos estaban cambiando y a la vuelta de unos pocos años el oficio de toda la vida no iba a ser el mismo: los computadores y la Internet iban a modificar el modelo obsoleto de la producción y la distribución del libro. Entonces ideó The Reader's Catalog, precursor de la venta de libros on-line, con un archivo de unos 40.000 títulos clasificados en 209 apartados, ilustraciones, breves reseñas y recomendaciones de personajes como Leonard Bernstein o Norman Mailer.

A pesar de las importantes transformaciones producidas, Epstein seguía viendo una industria editorial rezagada, con graves problemas estructurales. Eso explica el éxito de Amazon.com que puede ofrecer selecciones mucho más extensas. Aunque, a juicio de Epstein, ese modelo también ha dejado de ser eficiente."La cadena de suministros existente será reemplazada por la distribución electrónica en el punto de entrega de material digital impreso y encuadernado en forma de bolsilibros de calidad. Estas tecnologías ya existen, pero no pueden ponerse en práctica aún porque volverían redundantes funciones de publicación tan tradicionales como la impresión centralizada, el almacenamiento y la entrega de inventario físico y el mercadeo tradicional, junto con los funcionarios mismos". Esa convicción lo llevó a crear junto con su socio Dane Neller, la empresa On Demand Books, propietaria de The Espresso Book Machine, lista para abaratar los precios de los libros y ampliar el circuito de los lectores en unas proporciones inimaginables. Parece llegar a su fin una manera tradicional de producir y distribuir libros. Pero no el libro como tal porque para Jason Epstein, pionero de este negocio, "la gente seguirá contando cosas, como lo ha venido haciendo desde el comienzo de la humanidad, y otra gente seguirá leyéndolas".
El Tiempo, Abril 2008