miércoles, 30 de abril de 2008

MUCHOS LIBROS ¿POCOS LECTORES?

Cada colombiano lee 1,8 libros al año. La cifra no es nueva, pero siempre genera inquietud. Hay otro dato igual de preocupante: en más del 22% de los hogares colombianos no hay un solo libro: uno solo. Sin embargo, la industria editorial es boyante. La Feria del Libro de Bogotá es una de las más grandes de América y Bogotá está a punto de terminar un año de mucha actividad como Capital Mundial del Libro. En Cartagena se celebra el Hay Festival, que reúne a escritores de talla mundial, y en Barranquilla, el Carnaval de las Artes, que hace también un elogio a la lectura. Y éste será el primer año que se celebre el día del Libro, el próximo 23 de abril con una invitación a regalar libros como hacen en San Jordi en España.Los informes más actualizados, que apenas recogen cifras del 2006, reportan que el sector generó ese año 15.206 empleos directos, se editaron 16.457 títulos, se produjeron 33.779.487 ejemplares, hubo 8.791.416 libros importados y exportaron 13.539.512 libros. Colombia es el único país hispano, aparte de España, que exporta más libros de los que importa. Las ventas netas fueron de $316.095 millones. Casi la mitad, un 42%, está representado en libros de interés general, actualidad y literatura, y el 38% en libros didácticos. Ahí es donde está uno de los puntos de mayor preocupación para editores y libreros, que se reduce el número de libros de texto. “El problema tiene varias aristas. Por un lado, la ley prohibió que se pidieran libros de texto y eso se interpretó como que se prohibió que se pidieran. El Gobierno empezó a comprar libros y eso creó la ilusión de que habría una compensación, pero las compras oficiales no sustituyeron las particulares”, le dijo a PODER el presidente ejecutivo de la Cámara Colombiana del Libro, Moisés Melo. Además, sigue vivo el problema de la piratería, que en el caso de los libros de texto tiene un vergonzoso aval de parte de colegios y universidades. Las fotocopias de libros están prohibidas por la ley, que se ha quedado en letra muerta. El déficit en el campo de los libros de texto se compensa en otros sectores. La literatura colombiana vive un gran momento y eso se refleja en editoriales que le apuestan a ese campo. “Tenemos tantos escritores colombianos vendiendo muy bien en el país y en Latinoamérica en una perspectiva editorial internacional que no teníamos desde Gabo”, le dijo a PODER Alberto Sánchez, director comercial del Grupo Planeta.
Por caminos diferentes
No es fácil explicar por qué los colombianos leen tan poco. El argumento más repetido es el de que los libros son caros. El informe de la Cámara reporta que el promedio de valor de los libros nacionales es de $25.000 y el de libros importados es de $37.000. Pero quienes integran el sector tienen contraargumentos. El más fuerte, sin duda, es la comparación con los precios internacionales: “Hace algunos meses compré en Barcelona El viento de la luna, un libro de Antonio Muñoz Molina. Me costó entonces 20 euros, pero poco después lo empezaron a imprimir en Colombia y el libro cuesta hoy $36 .000”, relata Moisés Melo. Y el director comercial de Planeta tiene otros argumentos: “El precio promedio de nosotros es de $36.000 y consideramos que es acorde con el producto. Creemos que si llegamos a rebajar el precio a $29.000 no vamos a vender más, aparte de que no sería sostenible a ese valor. Si a alguien no le gusta Agatha Cristie, no la compra, así cueste $14. 000 ó $19. 000”. La directora de Libros de Editorial Norma, María Fernanda Carvajal, cree que es injusta esa apreciación: “Es fácil hacer la siguiente comparación: cuando se vendían CD antes de la crisis de la música por Internet, el valor de un CD era comparable al de un libro: $30.000 y se vendían más discos que libros. La industria de los discos, estaba en crecimiento y nadie decía que eran caros. En cambio siempre han dicho que los libros son caros. Es difícil cambiar esa idea, pero cada vez hay libros más asequibles; las colecciones de bolsillo son cada vez más grandes”. Otro argumento contundente es que los libros perduran, dan diversión y son menos costosos, por ejemplo, que ir a cine. Una entrada a cine oscila entre $5.000 y $15.000, pero la diversión puede ser más breve y ese valor es sólo por una persona… El libro pasa de mano en mano.
A leer en serio
A la hora de explicar por qué los colombianos leen poco, abundan los argumentos. Melo asegura que hay un error en el sistema educativo. “Está probado que a los 7 años los niños quieren los libros y tienen un interés especial por leer todo en la calle, así sean letreros publicitarios, pero cuando entran al colegio los profesores los presionan a aprender a leer de corrido y en público y empiezan entonces a aparecer el miedo y la aversión a los libros. Hay un error en el sistema”. Pero Conrado Zuluaga, crítico literario y director editorial de Panamericana, cree que se ha sobrevaluado la comparación con otros países: “Cuando usted oye que los alemanes leen doce libros por año y los españoles siete, no es realmente que cada alemán lea doce libros o cada español siete. Es que hay que gente que altera el promedio. Y en Colombia lo que pasa es que la población crece más rápido que el número de lectores, por obvias razones. Sólo bastan nueve meses para que nazca un niño, pero se necesitan varios años para que haya un lector”. Pero a pesar de que no hay tantos lectores, el negocio va bien. En Planeta tienen una explicación: “La lectura y la venta de libros van por caminos diferentes. La gente compra muchos libros, pero calculamos que el 49% de los libros que vendemos, por ejemplo, en la Feria del Libro no van a ser leídos. La gente compra porque sabe que debe leer, por moda, porque lo leyó en revistas o porque lo vio en televisión. Pero de comprarlo a leerlo hay un trecho”, dice Sánchez. Y tiene encuestas para comprobarlo. Las grandes editoriales colombianas, Norma, Villegas Editores y Panamericana, han tenido un crecimiento relevante en los últimos años. Norma tiene presencia en catorce países, con sedes propias. Panamericana empieza a convertirse en un importante editor de libros, que saltó de sus propias librerías a otros puntos de venta y está exportando libros. Villegas se ha posicionado como el editor de libros de gran formato: desde las impactantes series de fotografías panorámicas hasta los libros de arquitectura, cocina y arte. Norma y Panamericana, por su parte, tienen estrategias que apuntan a la literatura, el ensayo y lo que se conoce como interés general. “Durante muchos años crecimos mucho y nos posicionamos en géneros como infantil, gerencia y autoayuda. El plan de ahora es fortalecernos de igual manera en el campo de la literatura y el ensayo”, dice Carvajal. Zuluaga resume así la estrategia de Panamericana: “Estamos haciendo libros infantiles, juveniles, para adutos y no solamente libros de entretención. Estamos haciendo libros utiles. Le podemos dar al país el mensaje de que es bueno crecer y vivir en buena compañía. Y creemos que podemos tener un libro para cada lector porque estamos haciendo libros para toda clase de lectores. Pero, por supuesto reconocemos que los lectores siempre serán minoría”. Una minoría que ojalá pudiera crecer.
Trece días de Feria
Desde el 23 de abril, Día del Libro, hasta el 5 de mayo, Corferias será escenario de la 21 Feria Internacional del Libro. Estarán exhibidos 100.000 títulos del 95% de editoriales nacionales e internacionales. Con motivo del centenario del inicio de relaciones diplomáticas con Colombia, el país invitado de honor será Japón, que trae una exposición acerca de cómo funciona la industria editorial en ese país, reconocida en el mundo por su perfeccionismo. Durante la feria del año pasado, cada día hubo 29.024 visitantes, pero en el 2008 esperan llegar a 30.000, es decir, a 400.000 en los 13 días de exposición. El año pasado se hicieron negocios internacionales por más de US$24 millones y este año la expectativa es grande porque ya están inscritos 600 compradores internacionales. En la Feria estarán los escritores extranjeros Juán José Millás, Pablo Simonetti, Boris Izaguirre y Alberto Ruy Sánchez. La feria será el escenario del lanzamiento del libro de Germán Castro El palacio sin máscara, acerca de los hechos del Palacio de Justicia. Aún está por confirmar la presencia de Fernando Vallejo, pero estarán Laura Restrepo y Piedad Bonnet, a quien esta feria le rinde un homenaje.
Revista Poder Abril 2008
Otros artículos de interés
Lector de libros electrónico
El libro digital ganará al papel en 10 años