sábado, 10 de mayo de 2008

EN BUSCA DE PROFESIONALES COMPETITIVOS

El programa de Gobierno Visión Colombia II Centenario 2019 definió la política para la competitividad de Colombia a partir de la educación como estrategia transversal para lograr una mayor cobertura y calidad en el sector. En respuesta a esta política, el Ministerio de Educación viene adelantando acciones para fomentar un sistema educativo pertinente, en el cual formación del recurso humano responda a las necesidades de los sectores productivos estratégicos para el país.

Con esto se busca, por un lado, disminuir tiempos y costos en la selección de personal, así como reducir costos de adecuación y capacitación de la fuerza laboral por parte de las empresas. De esta manera, se espera garantizar a la población posibilidades concretas de inserción en el mercado laboral, elevando su calidad de vida y reduciendo los niveles de pobreza del país.
Pero lo que separa la educación secundaria de la educación superior es un gran trecho. Tras la formulación de parámetros como cobertura, calidad, pertinencia y eficiencia, que de acuerdo al Plan 2006-2010, permiten guiar la educación en este Gobierno y que se ha denominado Revolución Educativa, en su primera etapa, se han generado muchas dudas.
Aunque Colombia es uno de los países de América Latina con mayor gasto público en educación, por encima de México, Argentina, Chile y Perú (los giros llegan a $ 10 billones al año), los resultados no se compadecen con este esfuerzo. Colombia ocupa el puesto 75 entre 137 países en el indicador de educación del Banco Mundial, que mide la tasa de analfabetismo de adultos y la tasa de matrícula en educación secundaria y universitaria.

Esta situación se puede explicar por varios factores: la poca eficiencia en el manejo del gasto del sector, el difícil acceso la educación de los sectores más pobres (porque están lejos de las zonas urbanas), y el hecho de que muchos niños y jóvenes tienen que trabajar, en lugar de estudiar, para sostener a sus familias.

Sin embargo, el país aparece mejor calificado que el resto de naciones de la región en el indicador de calidad de la educación en ciencias y matemáticas. En los últimos años se han dado avances significativos en la calidad, señala el Informe Nacional de Competitividad, al referirse a las Pruebas Saber y a los resultados del Icfes. Pero estamos a años de las competencias de estudiantes de países asiáticos y europeos.


ACCESO A LAS TECNOLOGÍAS

Para la Ministra de Educación, Cecilia María Vélez, la competitividad del sector está centrada en las posibilidades que tengan los educandos de acceder a la enseñanza de la ciencia y la tecnología a partir de la conexión de banda ancha a Internet, equipos modernos y con una amplia cobertura de horarios.

En este sentido, la funcionaria dijo que si se tratara de ubicar el país, en materia de competitividad con relación a los países de la región, “pudiéramos decir que está en la media en materia de recursos estamos en una relación de 30 estudiantes por equipo y aspiramos a estar en 20 al año 2010, y en materia de contenidos, podemos estar en el primer lugar, dada la gran importancia que el país ha ido adquiriendo en la región en cuanto a la adaptación de temas específicos nuestros, a otros países”, dijo Vélez a PODER.

También indicó que uno de los grandes problemas de la educación en Colombia es la dificultad en el acceso por parte de grandes sectores a la tecnología. “Hay un gran problema en conexión, especialmente en algunas áreas alejadas de la geografía nacional, pero el sector público sigue liderando este tema al tener el 80% de las instituciones públicas del país conectadas con un promedio de dos horas diarias, cifra que pretendemos llevar a por lo menos 12 horas promedio de conexión, que facilite también a todos los maestros la posibilidad de acceder a Internet”.


UNIVERSIDADES INTERNACIONALES

Pero mientras que para Mineducación la falta de competitividad pareciera referirse a asuntos técnicos, para los rectores de tres de las principales universidades del país, el tema pasa por otros aspectos más complejos.

Según Carlos Angulo, rector de la Universidad de los Andes, una de las instituciones que más trabaja en pro de la competitividad frente al mercado interno como al externo, “son dos las grandes dificultades que hemos encontrado en los últimos años en los estudiantes que llegan a nuestra universidad.

Una es el área de las matemáticas y otra, el tema del lenguaje y las comunicaciones personales. No saben leer ni interpretar textos, y si no se sabe esto, es muy difícil que alcance a tener puntos de vista diferentes. Pero ese es un tema que en nuestra institución hemos tratado de solucionar a partir del ofrecimiento de programas adicionales para superar esas dificultades”, indicó Angulo.
Otro de los dirigentes académicos que formuló serias críticas a la formación de los estudiantes en la educación media fue Obdulio Velásquez, rector de la Universidad de la Sabana, quien coincidió con Angulo en que una de las grandes deficiencias radica en el tema del lenguaje. “Los estudiantes que llegan del bachillerato carecen de herramientas de interpretación de textos y de redacción, lo mismo que de habilidades de expresión, tanto oral como escrita”. El director académico agregó que un reflejo de la formación de educación media radica en las pruebas del Icfes, en donde los mejores puntajes no pasan del 60%.

Son precisamente las instituciones de educación superior las que en Colombia lideran los procesos y prácticas que han permitido que algunos programas reciban el aval de organizaciones académicas de carácter internacional y que pone en términos de competitividad el punto alto de la educación.

“Formar profesionales competitivos pasa por la formación de personas de pensamiento flexible, crítico y profundo que puedan confrontar una realidad nacional en un contexto global a través de una formación integral que sólo se logra a partir del conocimiento de entornos micro, punto en el que hemos venido trabajando en un convenio con el BID y que nos ha permitido hacer un cluster con 12 empresas”, dice María Lorena Gutiérrez, directora del Centro de Estrategia y Competitividad del a Universidad de los Andes.

De otro lado, Jorge Silva, rector de la Escuela de Administración de Negocios EAN, una de las instituciones que más ha incursionado en el tema de las acreditaciones internacionales, dice que en la EAN tienen claro que la universidad colombiana tiene carácter mundial.
Al ser una de las primeras en obtener una acreditación para su programa de administración por parte de la Universidad de Quebec y estar próxima a acreditar ocho programas por parte de una institución norteamericana, confirma que sí los ha refrendado una comisión académica norteamericana.

“Recién nos visitó para calificar nuestro programa de administración de nivel mundial, lo mismo que nuestras políticas de admisión e información. De darse esto, seríamos la primera universidad no sólo en Colombia, sino en América Latina en obtener una acreditación para un conjunto de programas”, añadió el decano de la EAN.
De otro lado, el rector universitario destacó que para alcanzar ese nivel se requiere trabajar en forma integral aspectos como liderazgo, planeación estratégica, educación por competencias y una continua y total evaluación de desempeño.

Por eso, el rector de la EAN destaca que la universidad colombiana se mueve en dos ámbitos, academia y autogestión y recursos. En el primero, es líder. Desarrolla programas de alcance internacional y logra reconocimientos en todo el mundo, pero en cuanto a recursos, hace mucha falta la mano del Estado. “Denme una mano y yo hago el resto”, dice Silva.

Para el rector de la Universidad de la Sabana, el tema de la competitividad académica de las universidades está dado en relación con el staff de profesores que tengan las instituciones. “En la Universidad del a Sabana hemos logrado organizar pénsums de programas que tienen hasta un 60% de sus materias en inglés, dictados por profesores extranjeros y que son compartidos por estudiantes colombianos y de otros países, con lo que se logra el roce internacional que permite conocer de cerca otras visiones del mundo “, afirma Velásquez.
En busca de los parámetros necesarios para la competitividad, la Universidad de la Sabana ofrece el “dual degree” o doble titulación, que permite a los estudiantes nacionales graduarse en países extranjeros. “En este momento, 104 estudiantes nacionales ya han tenido la oportunidad de obtener esta doble titulación, y 100 más están adelantando sus estudios en este sentido en universidades de Europa y Estados Unidos”, indicó el rector de la institución.


PARA UNA EDUCACIÓN MÁS COMPETITIVA

El Consejo Privado de Competitividad ha hecho una serie de recomendaciones para que Colombia pueda subir varios peldaños en el escalafón de competitividad en educación. Algunas son:

0 Alinear la academia con las necesidades del sector productivo.
0 Incentivar la educación técnica y tecnológica.
0 Ampliar la cobertura y calidad de la educación superior.
0 Impulsar el dominio de un segundo idioma.
0 Desarrollar competencias para el uso de las tecnologías.